Agrícola

En materia agrícola, el aporte del Central Romana ha sido significativo. Durante varias décadas la empresa dependía de la importación de variedades traídas de Puerto Rico y Barbados, pero en 1947 decidió crear su Departamento de Investigaciones Agrícolas, el cual ha hecho grandes contribuciones en el campo agropecuario, especialmente con el desarrollo de nuevas variedades de caña, en especial las resistentes a las plagas, tolerantes a los prolongados períodos de sequía, y adaptables a suelos calcáreos de baja fertilidad.

En la actualidad, el 95% de las áreas sembradas de caña, que sobrepasan los 166,000 acres, corresponden a variedades desarrolladas pacientemente por el Central Romana, lo que le ha permitido obtener un rendimiento superior al 11%. La empresa ha desarrollado más de 15 nuevas variedades comerciales, las cuales están patentizadas y han tomado entre 12 y 15 años de continuos experimentos a base de siembra, evaluación, observaciones de campo, así como los resultados obtenidos en un pequeño molino experimental, propiedad del Central Romana.

En la fecha actual, la compañía cuenta con una colección de 2,600 diferentes cañas padres, de donde se obtienen los hijos para el desarrollo de futuras variedades. De estos extraordinarios adelantos también se han beneficiado, no sólo los numerosos colonos privados con que cuenta la empresa, sino también los demás ingenios azucareros del país, cuyos campos cañeros, en su gran mayoría, están hoy sembrados de variedades de caña desarrolladas por el Central Romana, sin que esto represente algún costo económico para ellos.



Siembra

En la actualidad, el 95% de las áreas sembradas de caña, que sobrepasan los 166,000 acres, corresponden a variedades desarrolladas pacientemente por el Central Romana en su Departamento de Investigaciones Agrícolas, lo que le ha permitido obtener un rendimiento superior al 12 por ciento. Partiendo en su origen de más de 130 variedades distintas de caña, traídas de diferentes países del mundo, la empresa ha podido desarrollar más de 15 nuevas variedades comerciales, que le son propias, cada una de las cuales le ha tomado entre 12 y 15 años de continuos experimentos a base de siembra, evaluación y observaciones de campo, incluyendo los resultados obtenidos en un pequeño molino experimental de su propiedad. Hoy, la compañía cuenta orgullosamente con una colección de 2,600 diferentes cañas padres, de donde se obtienen los hijos para el desarrollo de futuras variedades. De estos extraordinarios adelantos también se han beneficiado no sólo los numerosos colonos privados con que cuenta la empresa, sino también los demás ingenios azucareros del país, cuyos campos cañeros, en su gran mayoría, están hoy sembrados de variedades de caña desarrolladas por el Central Romana, sin ningún costo económico para ellos.

Corte y Tiro de Caña

A partir de 1990 el Central Romana se embarcó en un intenso programa de mecanización de las labores de corte y tiro de caña, con el que ha logrado que un 50% de toda la caña producida sea de manera automática, lo que eliminó la dependencia del uso de la mano de obra extranjera para estas labores, en especial de los braceros haitianos. El objetivo de la compañía es continuar de manera ininterrumpida este programa, a fin de cubrir toda el área bajo cultivo hasta donde lo permitan las condiciones topográficas de los terrenos, es decir, alrededor de un 75% del área actualmente cultivada, ya que no es posible automatizar el restante 25% con la tecnología disponible, debido a lo accidentado del terreno.

El programa abarca todas las etapas: preparación de los terrenos, siembra de la caña, labores de cultivo (aplicación de herbicidas, alisamiento de la tierra…), corte, tiro y transporte de la caña hasta la factoría. Cuando el programa de mecanización haya concluido, el Central Romana se habrá independizado prácticamente de los braceros importados y podrá cubrir todas sus operaciones con mano de obra nacional. Un ejemplo similar a lo que se quiere lograr, pero en otro contexto, lo es la aplicación de abonos que anteriormente se hacía de forma manual y que en la actualidad está 100% automatizado, incluyendo el uso de avionetas.

Para las labores agrícolas mecanizadas, la compañía cuenta con: a) una flotilla de 250 tractores con ruedas de goma para el cultivo y tiro de la caña; b) 35 tractores de cadenas para la preparación de los terrenos; c) 20 moto-niveladoras «graders» para preparación de caminos y vías de acceso; y d) 47 unidades combinadas para el corte, las que irán aumentando en la medida en que se vaya ampliando la mecanización. Por último, la compañía dispone de unas 1,800 carretas de seis bueyes para las labores de tiro de la caña que todavía se cortan manualmente, y que son usadas en el transporte hasta las estaciones de carga de ferrocarril ubicadas estratégicamente en todos los campos bajo cultivo.

Uso del Ferrocarril

Desde el inicio de sus operaciones, el Central Romana ha movilizado toda la caña por ferrocarril. Para estos fines dispone en la actualidad de una moderna red ferroviaria que lleva la totalidad de la caña desde los campos de cultivo hasta el ingenio. Esta red está constituida por 354 kilómetros de vía férrea ancha estándar (56.5 pulgadas), de las cuales 140 kilómetros son troncales y 214 ramales y estaciones de carga. Esto permite a la compañía colocar en los molinos hasta 22,000 toneladas de caña diariamente, dentro de las primeras 24 horas después de ser cortada, lo que contribuye significativamente al alto rendimiento de la empresa.

Para este eficiente transporte, el Central Romana dispone de 17 locomotoras de 20 toneladas y 900 vagones cañeros, los cuales movilizan alrededor de 4,000,000 de toneladas de caña durante los 225 días que, en promedio, dura una zafra azucarera normal. El transporte por vía férrea, de la totalidad de la caña producida, ha sido uno de los factores que más ha contribuido a la eficiencia y a la reducción de los costos de producción. Las vías férreas de que dispone la industria azucarera del país, requieren de una constante reposición de las traviesas, las que eran importadas o construidas con madera nacional.

Para estos fines, el Central Romana decidió hace muchos años, realizar una cuantiosa inversión con el propósito de fabricar dichas traviesas a base de prefabricados de concreto, mediante el uso de las técnicas más avanzadas. Esta inversión, no sólo ha beneficiado a la empresa, sino también al país, pues ha contribuido a la preservación de la foresta, así como al ahorro de divisas.

Producción Azucarera

En la actualidad, el Central Romana mantiene una producción de azúcar superior a las 400,000 toneladas anuales, a base de dos tandem, cada uno de los cuales tiene siete molinos con capacidad de 11,000 toneladas, lo que le permite una molienda por encima de las 20,000 toneladas de caña al día. El nivel de producción de la empresa representa cerca del 70% de la producción total del país, por lo que el Central Romana se ha convertido en sinónimo de azúcar en la República Dominicana.

Este ingenio no sólo es el mayor productor y exportador de azúcar cruda del país, sino que a través de los años también se ha convertido en el más grande suplidor de azúcar refina del mercado doméstico. Las operaciones de refinado se iniciaron en 1970 y a partir de entonces se han llevado a cabo numerosas ampliaciones de su capacidad fabril, hasta promediar en la actualidad cerca de 1,000 toneladas de azúcar cada 24 horas. De esta forma, el consumidor dominicano y los usuarios industriales de azúcar, han tenido un suministro confiable, a un precio que se mantiene estable a través del tiempo.

La ganadería es otra actividad en la cual la participación del Central Romana se ha destacado, contribuyendo notoriamente al país. Las primeras operaciones ganaderas de la empresa se remontan a principios del siglo pasado cuando iniciaron las siembras de caña de azúcar. Desde su inicio, el objetivo principal ha sido la producción de bueyes de calidad para las labores relacionadas al tiro y arrimo de la caña.

El Central Romana fue pionero en la utilización de los métodos de inseminación artificial en el país a través del cual desarrolló el mestizaje de razas entre las que se destacan el Romana Rojo, ganado propio de la empresa, de una fortaleza inigualable para el trabajo. Además de ser un buen productor de carne, posee la estructura perfecta para el trabajo agrícola, gracias a sus patas delgadas, las cuales le permiten internarse en diferentes terrenos y salir de áreas fangosas.
También poseen cuernos de gran fortaleza que permiten resistir ell tiro.

Debido al desarrollo del sector turismo y el incremento de la demanda de alimentos de buena calidad, más adelante el Central Romana decidió incursionar en la producción de carne para suplir a los hoteles del país, para lo cual posee su propio matadero de reses, así como en el desarrollo de la ganadería porcina y la producción de búfalas lecheras, de las que actualmente poseen 60 cabezas, populares por su rendimiento y porque su leche se emplea en la fabricación del conocido queso mozzarella.

Además, han impulsado el desarrollo del caballo romanero, de gran rendimiento y amplio uso en las labores agrícolas en todo el país, del que se cuentan con 3,000 equinos. Hoy día la empresa posee más de 55,000 cabezas de ganado de excelente calidad. Con esta gran producción, el Central Romana se constituye en el principal suplidor de carne de res del mercado nacional, con lo que contribuye significativamente a la ingesta de proteína del pueblo dominicano.